La vida de cada planta, animal, hongo o microorganismo que integra una comunidad recibe la influencia de los factores físicos y químicos del medio externo. Las relaciones que establecen entre sí miembros de una misma especie se denominan relaciones intraespecíficas y contribuyen, junto con las relaciones interespecíficas, al equilibrio dinámico de la comunidad.
La fomración de grupos de individuos de la misma especie, en fomra temporal o permanente, puede favorecerlos en la búsqueda y obtención de alimento, la reproducción, el cuidado de las crías y la protección frente al peligro. Se pueden encontrar dos tipos de relaciones intraespecíficas
- De Cooperación: en donde los individuos se benefician unos a otros
- De competencia: en donde luchan entre sí para conseguir un recurso o un objetivo.
Relaciones de cooperación
Familiar
Los individuos que la integran están emparentados asegurando la reproducción y la alimentación de las crías, por ejemplo los clanes de monos y las parejas de pinguinos.
Los individuos se unen en forma transitoria para obtener alimento, lugares protegidos o realizar migraciones, por ejemplo los cardúmenes de pirañas o bandadas de flamencos.
Son asociaciones permanentes de individuos que se multiplican por brotación y quedan unidos formando un "superorganismo". Puede existir una especialización en las actividades; por ejemplo, algunos se encargan de la alimentación, otros del desplazamiento y otros producen sustancias urticantes como defensa (por ejemplo los corales).
Estatal
Algunos insectos, como las hormigas y las abejas, constituyen verdaderas sociedades; se caracterizan por una jerarquía en la distribución de las tareas que realizan diferentes individuos: reproducción, defensa, búsqueda de alimento.
Relaciones de competencia
Territorialidad
Los recursos de la naturaleza, como los refugios, pastos tiernos o el agua en ambientes secos, no son ilimitados.
Cuando el tamano de una población aumenta, los organismos pueden luchas o competir por ellos. La competencia es uno de los factores más importantes en la regulación del número de individuos que integran las poblaciones. Así, los lobos marinos adultos, por ejemplo, desarrollan comportamientos territoriales en defensa de su espacio, obligando a emigrar a los individuos más jóvenes. Por su parte, las plantas compiten por el agua y los nutrientes del suelo extendiendo sus raíces y también lo hacen por la luz, alargando sus troncos y ramas lo más alto posible.
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Ya que mencionaste cardumen de pirañas o bandada de flamencos, no usaría la foto de los gansos. Se presta a confusión
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Lo tuve en cuenta
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